Los niños que beben más agua, toman menos refrescos azucarados
Una dieta sana y equilibrada no puede abusar de los refrescos azucarados pues sus abundantes calorías echarían por tierra toda la labor de dicha dieta. Y es que, aunque no pasa nada si su consumo es muy espaciado, su abuso sí que supone un elemento que ayuda a desarrollar sobrepeso en nuestros hijos.
Un truco que acaban de descubrir unos investigadores de la Universidad de Copenhague y la Universidad Técnica de Dinamarca es el de convertir el agua en el líquido principal de la dieta, educando a nuestros hijos para que la tomen regular y abundantemente para satisfacer su sed. De esta manera, se reducen en gran medida las ganas de tomar uno de estos refrescos.
Lo mejor de todo es que, como el agua no tiene calorías, ayuda a conseguir que los niños se sientan saciados pero sin aportarles energía extra que luego el cuerpo tenga que transformar. Así les ayudamos a mantener su cuerpo en perfecto estado.
Pero ojo, esto no sirve de nada sin una dieta completa y equilibrada (si alimento habitual es, pongamos como ejemplo, la comida rápida, por mucho que tomen agua no conseguiremos nada) por lo que es fundamental educarles para comer de todo y, sobre todo, para que busquen comer sano, por muy difícil que nos lo pongan a veces.