Puede ser que tu hijo llegue a casa diciéndote que algún amigo suyo se va a un campamento de verano. Esto suele pasar en esta época del año, puesto que los padres empezamos a organizarnos los días libres, así como las vacaciones de los más pequeños de la casa. Quizás, tú mismo hayas asistido de pequeño a uno de estos campamentos y sepas cómo es y qué se vive en estos lugares. Por eso mismo, si tu hijo te ha comentado que le gustaría ir, no dudes en decirle que sí.
¿Llevo a mi hijo a un campamento de verano?
Hay campamentos para todas las edades, ya sean más pequeños o más mayores, seguro que cerca de tu ciudad puedes encontrar distintos de ellos. Lo mismo pasa con la playa o montaña, puesto que, dependiendo de la temática de estas actividades, viajarán a un sitio u otro. Vamos a explicarte por qué sí que tienes que llevar a tu hijo a un campamento para que puedas terminar de decidirte.
¿Por qué es bueno que los niños vayan a los campamentos?
Todos los niños deberían experimentar una vez en su vida, esa sensación de asistir a un campamento y realizar las actividades programas. Actividades que, de otra manera, seguro que no las haría. Mira por qué es bueno que los niños acudan:
- Es una experiencia que nunca olvidarán. Si tú has ido de pequeño, recordarás esos días con mucha ilusión y con una sonrisa en la boca. Esto es porque son recuerdos que nunca se olvidan.
- Los niños hacen amigos muy fácilmente, pero esos amigos conocidos en un campamento son los que perduran años y años. Esto es porque los campamentos de verano se realizan una vez al año, por lo que esa amistad será indestructible.
- Los pequeños maduran gracias a estos campamentos, al igual que comparten experiencias y emociones con niños de su misma edad. Esto es bueno para ellos para su evolución, puesto que tienen que hacerse más independientes, más autónomos y pensar por ellos mismos.
- Les vale para valorar lo que tienen en el día a día, ir al campamento tiene que ser como un premio por un trabajo bien realizado o por un año de resultados perfectos en los estudios. Tendrán la mente puesta en este objetivo y conseguirás que se porten siempre bien.
- Crean nuevas habilidades sociales y nuevas formas de interactuar con los demás. Si tu hijo es más reservado o más introvertido, estos campamentos de verano le vendrán perfecto para poder relacionarse y abrirse un poco más.
- Experimentan un tipo de libertad que de otra forma no tienen. Estar lejos de casa y sin los responsables, hará que se abran y se expresen como ellos mismos quieran, sin tener a ningún intermediario.
Valora si es bueno que tu hijo vaya a un campamento de verano. Ya verás cómo año tras año querrá repetir esa sensación, y te pedirá que le apuntes para acudir a otro lugar con nuevos amigos.