Es habitual pensar que la higiene dental de los bebés no es tan importante como en niños mayores. Al fin y al cabo son dientes de leche y caerán.
Sin embargo esto es un error, pasar por alto la higiene bucal de los bebés o adquirir malos hábitos, como untar el chupete en azúcar, puede hacer que los primeros dientes del bebé salgan picados o con imperfecciones en lacasadelpeque.com te damos todos los tips:
Enseña a tu bebé a lavarse los dientes
Cómo lavar los dientes del bebé
Los niños desarrollan sus dientes a partir del sexto mes y en este momento todavía no necesitan usar un cepillo como tal, con frotar un trapo o gasa humedecidos después de las comidas será suficiente.
¿Cuando puedes enseñar a tu hijo a lavarse los dientes?
A partir del año podemos utilizar cepillos de dientes para bebés, estos son más pequeños, suaves y tienen una menor cantidad de cerdas. Existen modelos “de dedo” con un tamaño reducido que permite llegar a todas las piezas sin molestar al niño.
Cómo enseñar a tu hijo a lavarse los dientes
Hasta los 3 años conviene que un adulto les ayude a lavarse los dientes, aunque según el desarrollo puede que ellos mismos pidan antes hacerlo solos. Tampoco se recomienda que un niño menor de 3 años utilice pasta dental.
Si desarrollas un buen hábito de limpieza desde que son bebés ellos mismos se formarán la costumbre de lavarse los dientes cuando crezcan, lo más habitual es que el pequeño te pida “hacerlo solo” en algún momento.
Cuando esto pase deja que el niño se lave los dientes, permaneciendo con él y dando siempre las indicaciones necesarias. También es habitual que en el jardín de infancia les enseñen cómo hacerlo.
Enseña la técnica correcta
La mejor forma de asegurarnos de que los niños se cepillan los dientes correctamente es mostrar la técnica adecuada y asegurarnos que la repitan. Como tu estarás a su lado en todo momento puedes corregirlos de una forma cariñosa si por ejemplo ves que se olvida de limpiar una pieza dental.
Si no conoces la técnica más adecuada para que el pequeño se cepille los dientes puedes consultar con tu dentista, algo esencial es cepillar también la lengua y las encías para evitar que las bacterias se acumulen.
Haz del cepillado un momento divertido
La mejor forma de conseguir que un niño adquiera un hábito es hacer de ese hábito algo divertido, no hace falta montar una gran fiesta cada vez que el niño tenga que lavarse los dientes, pero si puedes poner música agradable o recurrir al juego para hacerlo más ameno.
Predica con el ejemplo
La mayoría de padres pensamos que los niños deben obedecer sus órdenes, sin más, pero la verdadera forma en que nuestros hijos aprenden es por imitación, principalmente por imitación de lo que ven en sus padres.
Si los niños ven que los adultos se lavan los dientes todos los días a la misma hora, ellos querrán hacer lo mismo. Una buena manera de predicar con el ejemplo y además hacer que sea un momento divertido es cepillarnos los dientes juntos.
De esta manera pasas un rato agradable con tus hijos, puedes enseñarles cómo hacerlo correctamente y ayudas a crear un hábito que para ellos les resultará muy agradable.