¿Cuánta carne debería de comer un niño?
Hace unos días, un informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud) consideraba a la carne roja procesada como un alimento que aumentaba las probabilidades de sufrir cáncer. Aunque se ha exagerado mucho sobre este tema puesto que dichas probabilidades son muy bajas, sí que es cierto que el riesgo aumenta y muchos padres se han preocupado por un alimento que debe aparecer en nuestra dieta habitual, ya que nos aporta nutrientes esenciales para nuestra vida diaria.
El objetivo de este informe, según el director del IARC (Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer), es concienciar a los gobiernes y entidades reguladoras para que trabajen en formar sobre los riesgos y ventajas de consumir carne roja.
Según la AEP (Asociación Española de Pediatría), la dieta diaria de un niño debe partir de alimentos como los cereales, frutas, hortalizas, verduras, leche u otros productos lácteos, pescado, huevos, dos raciones de carne magra o legumbres, aclarando que cada ración son aproximadamente 100 gramos de carne, 125 de pescado o un huevo mediano.
El pescado, la carne y los huevos tienen un alto contenido en proteínas y además aportan fósforo, vitaminas del grupo B, hierro, etc. Sin embargo, se recomienda que los niños coman normalmente carnes blancas, por su menor contenido graso, aunque este alimento puede ser sustituido por otro de igual valor proteico.
También afecta a la carne su forma de cocción, puesto que en nuestra dieta, la carne suele formar parte del acompañamiento de un plato principal, ya se de arroz, pasta o legumbres, gracias a lo que limitamos su exposición a frituras, que deben ser siempre pocas y usando aceites de gran calidad como el de oliva virgen extra, aceite que no debe ser reutilizado frecuentemente.
La AEP concluye que no hay comida buena o mala sino hábitos correctos o incorrectos, por lo que una dieta moderada, con un equilibrio adecuado de alimentos, es la mejor opción tanto para los niños como para los adultos. Lo que sí es seguro es que la carne procesada supone un riesgo para salud y debería ser eliminada de la dieta de los niños.