Cuándo introducir alimentos sin triturar en la dieta de nuestros hijos
Uno de los principales temores a los que nos enfrentamos como padres, es cuándo incorporar alimentos sin triturar a la alimentación de nuestros hijos. Y es que muchas veces tenemos el miedo de que se van a atragantar o que, como tardan mucho en comer (o no terminan el plato), creemos que están mal alimentados.
Sin embargo, lo ideal es ir empezando con este tipo de alimentos a partir del primer año de vida, aunque el momento exacto variará con cada bebé pues, para poder comer correctamente, tiene que reunir una serie de condiciones como la de interesarse por la comida sólida, mantenerse erguidos mientras están sentados y que los dientes ya les hayan salido. Lo que sí hay que procurar es que sean alimentos blandos (como patatas o verduras cocidas, queso fresco..) para que les cueste menos pasarlos y, como todos sabemos que van a jugar con ellos, para que no les suponga un peligro de atragantamiento.
Y es que, aunque la introducción debe ser transitoria, siempre existe este riesgo de que se atraganten al principio, por lo que es imprescindible enseñarles a masticar correctamente antes de tragar la comida (muchos al principio la tragan entera, de ahí este peligro). Además, poco a poco, se les debe ir dejando tropezones más duros para invitarles a masticar y que desarrollen toda la musculatura cráneo-facial.
Por lo general, es recomendable que los niños con más de 18 meses de edad ya estén comiendo alimentos sólidos, sin necesidad de triturarlos, ya que a esta edad ya están plenamente desarrollados para poder hacerlo sin ningún problema.