El poder brindarle un espacio cómodo y seguro a nuestro bebé es algo que como padres puede preocuparnos al momento de arreglar el cuarto para ellos, y dentro de lo mismo a preguntarnos cuándo debemos empezar a usar almohadas con nuestros bebés.

Es por eso que a continuación en lacasadelpeque.com te diremos lo que necesitas saber acerca de la comodidad a la hora de dormir para nuestros bebés y cuándo empezar a usar la almohada.

¿Cuándo empezar a usar la almohada para tu bebé?

¿Cuándo empezar a usar la almohada para tu bebé?

El uso de almohada en los bebés:

La anatomía de los bebés es muy diferente a la de los niños o los adultos, ya que como hemos observado, suelen tener la cabeza más grande y un cuello pequeño, lo cual no deben ni necesitan usar almohada para dormir, ya que esto les puede afectar en su columna vertebral y no le brinda ningún soporte o comodidad, además que puede ocasionar muerte súbita por asfixia, ya que al ser tan pequeños pueden moverse y ahogarse con la misma.

Se recomienda el uso de la almohada alrededor de los dos o tres años de edad, ya que su cuerpo va adquiriendo características similares a la de los adultos, con lo que una almohada a la hora de dormir puede brindar confort y comodidad, además de brindar un apoyo para su columna vertebral y su cuello, eso sí, debemos de tomar en cuenta que sea adecuada para su tamaño y su edad.

¿Cómo puede ser la almohada adecuada para nuestros hijos?

Entre los dos y tres años de edad, los niños ya son capaces de controlar su cuerpo y moverse con mayor seguridad, es por eso que se recomienda el uso de la almohada en estas edades, aparte que brinda un mayor apoyo para su cabeza, cuello y espalda, dando un soporte y alineación al momento de dormir.

Las almohadas a partir de los dos años, deben de ser:

  • Finas y de baja altura para que su cabeza, cuello y espalda queden perfectamente alineados.
  • De firmeza baja, preferiblemente esponjosa, ya que si la almohada es de una
  • firmeza media o alta, puede causar problemas en las cervicales de nuestros hijos, debido a que el peso de su cabeza es menor.
  • Misma longitud de la cama, para que al moverse siga contando con un apoyo.
  • Con una funda extraible, para que pueda lavarse y mantenerlo limpio.

Es necesario recordar:

Aunque para nosotros como adultos sea extraño dormir sin almohada, no se recomienda el uso de la misma para nuestros bebés, ya que puede ocasionar problemas en la espalda o aún peor causar muerte súbita por asfixia.

Además se recomienda que al momento de acostar a nuestro bebé, sea boca arriba, ya que esto ayuda a evitar accidentes de cuna, cambiar de lado a lado para evitar deformidades en su cabecita y no colocar juguetes, peluches o almohadas dentro de la cuna.

Se recomienda el uso de las almohadas a partir de los dos años tomando en cuenta que las características que hemos dado con anterioridad.