En La Casa del Peque solemos decir que los bebés hablan… aunque no con palabras. Lo hacen con gestos, con pequeñas señales, con ese llanto que a veces parece un acertijo. Y una de las dudas más comunes de muchas familias es cómo saber si un bebé tiene calor. Sí, ese calor pegajoso del verano… o ese calor inesperado en pleno invierno cuando nos hemos pasado con la ropa.
Hoy queremos acompañarte, sin prisas, para que puedas reconocer lo que tu peque necesita.
Por qué es importante controlar la temperatura corporal en los bebés
Antes de entrar en señales y trucos prácticos, conviene entender el porqué. En ocasiones parece que los bebés son pequeñas estufitas. Otras veces parecen cubitos de hielo. Y entre una cosa y otra, estamos nosotros intentando equilibrar la balanza.
Cómo funciona la regulación térmica en recién nacidos y lactantes
Los recién nacidos, curiosamente, no controlan bien su temperatura corporal. Su sistema de termorregulación está todavía madurando, lo que significa que pueden pasar frío o calor con más facilidad que un adulto. Algo tan sencillo como un cambio de habitación, una manta de más o un paseo al sol del mediodía puede afectarles más de lo que imaginamos.
Además, sudan menos y tardan más en evaporar el sudor. Esto provoca que, cuando tienen calor, no siempre lo expresen de la manera evidente que esperaríamos, como haríamos nosotros después de un día en agosto.
Total, que debemos estar un pelín más atentos.
Riesgos del exceso de calor en los más pequeños
El exceso de calor puede generar incomodidad, irritabilidad o malestar. Pero también, como era de esperar, riesgos un poco más serios: deshidratación, somnolencia excesiva o, en situaciones extremas, un golpe de calor. No hace falta ponerse dramáticos, no suele ocurrir, pero prevenir siempre es mejor que curar.
En La Casa del Peque creemos que parte del cuidado diario pasa por observar, tocar, sentir. Una maternidad y paternidad donde se confía más en la intuición y menos en la paranoia, aunque a veces nos salga esa vocecita interna de “¿y si…?”.
Señales y síntomas que indican que un bebé puede estar pasando calor
A veces las pistas están ahí, clarísimas. Otras se esconden como si el bebé estuviera jugando al escondite sin decírnoslo.
Indicadores físicos: sudoración, enrojecimiento y respiración acelerada
Los signos físicos son los más evidentes:
- Sudoración excesiva en la nuca, frente o espalda.
- Piel rojiza, especialmente en mejillas y cuello.
- Respiración un poco más rápida, como si estuviera agitado.
En ocasiones también aparece un sarpullido tipo “granitos” llamado sudamina. No es grave, simplemente una reacción típica al calor. Pero incómoda, eso sí.
Cambios en el comportamiento: irritabilidad, llanto o somnolencia
No siempre hay señales físicas claras. A veces son cambios en su comportamiento. Tu bebé puede volverse más irritable, moverse inquieto, llorar sin motivo aparente o, por el contrario, mostrarse más cansado de lo habitual.
Estas señales son más ambiguas. Ya sabes, los bebés y sus misterios. Pero si coinciden con un ambiente cálido o con un exceso de ropa, probablemente el calor esté jugando un papel importante.
Señales menos evidentes que conviene vigilar
Hay otras pistas que pueden pasar desapercibidas:
- Manitas o pies muy calientes.
- Orejas ardiendo.
- Dificultad para dormir si la habitación está cargada.
- Menos ganas de mamar o tomar el biberón.
Son señales más sutiles, sí, pero cuando las juntas… encajan como las piezas de un puzle.
Cómo comprobar si un bebé tiene calor de forma correcta
A veces no basta con observar. A veces hay que comprobarlo directamente, con la calma de quien toca para entender, no para agobiarse.
Métodos recomendados por pediatras para evaluar la temperatura
Los pediatras suelen recomendar tocar zonas concretas para identificar el calor. Nada de obsesionarse con termómetros cada dos minutos, que ya tenemos bastante en la cabeza. Usar el sentido común también es válido, y muy práctico.
Para una revisión rápida, sirve:
- Tocar con el dorso de tu mano.
- Observar si hay sudor en la ropa o en la piel.
- Comprobar si su respiración parece más rápida.
Si sospechas fiebre, ahí sí toca termómetro. Pero si solo es cuestión de calor ambiental, no hace falta complicarlo.
Zonas del cuerpo donde es más fiable comprobar el calor
Las áreas más fiables suelen ser la nuca, el cuello, la espalda y el pecho. Las manos y los pies pueden confundir, porque a veces están frías incluso cuando el bebé tiene calor. Cosas de la circulación, nada grave.
Un truco muy de madre y padre veteranos: si notas la nuca húmeda, probablemente tu peque lleva más ropa de la necesaria.
Causas habituales del sobrecalentamiento en bebés
A veces pensamos que es el clima… pero no siempre es solo eso.
Ropa excesiva o materiales poco transpirables
El clásico de los clásicos: abrigar al bebé de más. En España solemos pecar de prudentes en invierno y de desconfiados en verano. “Que no coja frío”, repetimos como un mantra. Pero al final, poner demasiadas capas puede provocar justo lo contrario: un bebé acalorado y molesto.
Materiales sintéticos, poco transpirables o prendas demasiado ajustadas también aumentan la sensación térmica.
Temperatura ambiental elevada o falta de ventilación
Una habitación demasiado caliente, un salón sin ventilación, un coche aparcado al sol durante un rato… Son situaciones comunes que elevan la temperatura del bebé sin que lo notemos de inmediato.
Curiosamente, incluso en invierno puede ocurrir si abusamos de la calefacción. A todos nos ha pasado, esa sensación de “puff, hace un calorazo aquí dentro”.
Uso incorrecto de mantas, portabebés o cochecitos
Los portabebés son maravillosos, nos permiten llevarles pegaditos. Pero generan calor. Mucho. Lo mismo ocurre con mantas, capotas cerradas del cochecito o plásticos protectores que impiden la correcta ventilación.
Todo suma, y a veces… suma demasiado.
Consejos prácticos para evitar que tu bebé pase calor
Aquí viene la parte que más nos piden las familias: lo práctico, lo del día a día, lo que realmente ayuda.
Elección de ropa adecuada según la estación
En verano, apuesta por tejidos ligeros como algodón o muselina. En invierno, evita las capas innecesarias. Aun así, una buena referencia es vestirle con una capa más de la que usarías tú, pero sin exagerar. Y si sudan, algo falla.
Y sí, todos tenemos esa tía que dice “pero ponle chaquetita que va a coger frío”. Respira. Sonríe. Y decide tú, que eres quien mejor conoce a tu bebé.
Cómo mantener una temperatura óptima en casa y durante el sueño
Para el sueño, la temperatura recomendada está entre 20 y 22 grados, aunque no hace falta obsesionarse. Ventilar un poco antes de dormir, usar ropa ligera y optar por sacos o mantas adecuadas a la estación suele bastar.
Evita taparle la cabeza durante la noche, ya que es por donde liberan mejor el calor.
Recomendaciones para paseos, siestas y viajes en coche
- Pasea en horas más suaves, como la mañana temprano.
- Evita cubrir el carrito con telas gruesas.
- Ofrece agua o el pecho con frecuencia si hace calor.
- En el coche, comprueba siempre que no esté demasiado abrigado.
En definitiva, sentido común y un pelín de observación.
Qué hacer si el bebé está demasiado caliente
Si descubres que tu peque está calentito de más, tranquilidad. Hay pasos sencillos para ayudarle.
Pasos inmediatos para bajar su temperatura de forma segura
- Quítale capas de ropa.
- Llévale a un lugar fresco, con sombra o buena ventilación.
- Ofrécele líquidos si ya toma agua o dale el pecho.
- Pásale una toallita húmeda por las manitas, nuca o frente.
- Observa cómo evoluciona durante los siguientes minutos.
Nada de cambios bruscos ni duchas heladas. Todo suavecito.
Cuándo acudir al pediatra y señales de alerta
Si el bebé presenta fiebre alta, vómitos, somnolencia excesiva, respiración muy rápida o piel muy pálida o muy roja, conviene contactar con un profesional. No te quedes con la duda, que para eso están.
Preguntas frecuentes sobre el calor en los bebés
Aquí resolvemos las dudas que más escuchamos en La Casa del Peque:
- ¿Los bebés sudan igual que los adultos? No, sudan menos, por eso pueden calentarse sin aviso.
- ¿Es malo usar aire acondicionado? No, si se usa con moderación y sin dirigir el aire directamente hacia el bebé.
- ¿Puede un bebé dormir solo con body? Por supuesto, si la temperatura es alta. Mejor fresquitos que recalentados.
Conclusión: cómo mantener el confort térmico del bebé día a día
Cada bebé es un mundo. Y cada día también. Lo importante no es acertarlo todo a la primera, sino observar, ajustar y volver a observar. En La Casa del Peque creemos que el cuidado es un camino compartido, lleno de pequeñas decisiones que, sumadas, crean bienestar.
Ojalá este artículo te ayude a reconocer cuándo tu bebé tiene calor, cómo aliviarle y, sobre todo, cómo confiar un poco más en ti. Porque sí, tú sabes. Aunque a veces te lo cuestiones.
Y aquí estaremos, cerquita, para acompañarte. Siempre.
