Renunciar porque está atrasado, gritar porque no ganó o enfadarse contigo por ganar son señales de que tu hijo es un gran perdedor. No es probable que ser un mal perdedor le haga ningún favor a tu hijo. Después de todo, nadie quiere jugar con el niño que hace trampa porque está perdiendo o con el que siempre abandona a la mitad del juego.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a no tener mal perder en los juegos?
Es común que a los niños les cueste mantener una actitud positiva mientras pierden en su juego favorito. Pero si tu hijo tiende a ser un mal perdedor todo el tiempo, o si su deportividad le causa problemas, es importante intervenir.
Ten en cuenta que es normal que los niños en edad preescolar inventen sus propias reglas mientras juegan. No hay necesidad de preocuparse por ganar o perder a esta edad. Pero para la escuela primaria, tu hijo debería estar aprendiendo habilidades que lo ayuden a convertirse en un buen deportista.
Hay varias cosas que puedes hacer para ayudar a tu hijo a ser un perdedor más elegante y al mismo tiempo mostrarle cómo animar a los demás, incluso si no gana.
Elogie los esfuerzos de su hijo
Si elogias a tu hijo por anotar la mayor cantidad de goles en el partido de fútbol o por obtener la calificación más alta en su examen de matemáticas, sus palabras alimentarán su naturaleza competitiva. Puede aprender que ganar o ser el mejor es más importante que la bondad.
Elógialo por su arduo trabajo y su esfuerzo, independientemente del resultado final. Señala el buen espíritu deportivo y, enfatice la importancia de tratar a los demás con respeto.
Modelo de buen espíritu deportivo
Ejemplifica el buen espíritu deportivo, animando a los jugadores por hacerlo bien y felicitando al ganador, incluso si no era a quien estaba apoyando. Muéstrale a tu hijo cómo tratar a otras personas con amabilidad, sin importar el puntaje.
Ayuda a tu hijo a comprender los sentimientos
Cuando los niños pueden identificar sus sentimientos de tristeza, enojo, desilusión y frustración, es menos probable que los representen. Enséñale a tu hijo acerca de los sentimientos y ayúdalo a desarrollar estrategias de afrontamiento saludables para lidiar con esos sentimientos.
Enseñar habilidades de manejo de la ira
Los perdedores a menudo lanzan piezas de juegos de mesa o dicen cosas malas a otras personas en un ataque de ira. Ayuda a tu hijo a reconocer que este tipo de comportamientos no son aceptables.
Enséñale que está bien sentirse enfadado, pero no está bien lastimar a las personas o la propiedad. Invierte tiempo y energía en enseñarle a tu hijo habilidades específicas de manejo de la ira que lo ayudarán a tolerar las pérdidas.
Tienes que tener la mejor actitud posible para que tu hijo aprenda a ganar y a perder de la misma manera, los pequeños aprenden de los adultos. Así conseguirás que disfrute del juego y no tenga problemas para socializar en ningún momento.