Educar a los hijos es un reto al que todos los padres se enfrentan y para ello hay que cultivar en ellos valores que les ayuden a enfrentarse a las dificultades de la vida y afrontar los problemas y preocupaciones con la actitud adecuada.

Una de esas actitudes es el optimismo, pero ¿cómo podríamos describir el optimismo? Según la RAE, es la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable. Aunque muchas personas son optimistas por naturaleza, el optimismo se puede adquirir, y es lo que queremos hacer con nuestros hijos, ayudarles a desarrollar esta forma de vivir la vida. Pero ¿Cómo lo hacemos?

¿Cómo puedes enseñar a tu hijo a ser optimista?

¿Cómo puedes enseñar a tu hijo a ser optimista?

Sé un buen ejemplo para ellos

Los hijos aprenden principalmente de los padres y si nuestros comentarios son a menudo negativos o pesimistas ellos van a absorber esta tendencia. Es por esto que debemos esforzarnos por mostrarles una actitud optimista en el día a  día. En lugar de hablar continuamente de nuestras frustraciones, mostrarles cómo hacemos frente a ellas.

Ayúdales a tener una buena autoestima

Las palabras de ánimo son sin duda como una curación cuando alguien siente que ha fracasado, por ejemplo, si tu hijo se siente frustrado porque no va bien en una asignatura, puede sentir que no sirve o que el profesor le tiene manía, debemos ayudarles a ver que los fracasos son parte de la vida pero que hay soluciones. Podemos explicarle que tendrá éxito si estudia más, hagamos que se sientan útiles y a no culpar a los demás, sino a luchar por sus objetivos.

Enséñales que los reveses de la vida son pasajeros

Un no te preocupes, ya vendrán tiempos mejores, parece una frase simple pero se graba en la mente de los niños la idea de que las dificultades son solo pasajeras y de que la vida está llena de cosas buenas y positivas que nos esperan. De hecho es lo que los cuentos infantiles intentan transmitir, que al final los problemas se pueden solucionar y encontrar un final feliz.

Dales el apoyo que necesitan

Saber que sus padres están siempre a su lado para ayudarles y que van a recibir el ánimo que necesitan les hace ver la vida con optimismo. ¿Necesitan ayuda con los estudios? Ayúdales a tener buenos hábitos de estudio, apóyales cuando tengan dudas, a ser realistas y a aceptar sus limitaciones. No todos somos iguales por ello enséñales a no compararse con otros, sino a aceptarse con sus virtudes y defectos.

Merece la pena el esfuerzo por nuestra parte por inculcar el optimismo en nuestros hijos y hacer de ellos personas que saben ver el lado bueno de las cosas. Eso les convertirá en adultos equilibrados y saludables, ya que las personas optimistas saben gestionar los problemas, buscar soluciones y trabajar para cumplir objetivos. Y aunque tener un carácter alegre no lo remedia todo, sí contribuye a una vida más saludable y satisfactoria, y sin duda eso es lo que queremos para nuestros hijos.