En la casa del peque sabemos que vivimos en una época de consumo sin precedentes, nunca antes los niños han podido permitirse tantos caprichos desde bebés, pero…

¿Esto es bueno o es malo? ¿Cómo afecta el consumismo a la educación de nuestros hijos? ¿Debemos dar a los niños TODO lo que piden? ¿Cómo ponemos cierto control?

Cómo poner límites a los caprichos de tu hijo desde que es un bebé

Cómo poner límites a los caprichos de tu hijo desde que es un bebé

Por qué poner límites a los caprichos de nuestros hijos

Muchas veces queremos dar a nuestros hijos lo que no disfrutamos en nuestra infancia, otras deseamos que el niño “destaque” por encima de sus compañeros y en ocasiones, no sabemos decir que no.

Sin embargo cuando los niños tienen todos los caprichos que desean desde que son bebés:

Crean la creencia errónea de que pueden conseguir muy fácil cualquier cosa que quieran. Lo que causará problemas en su vida adolescente y adulta. No aprenden a valorar ni a cuidar lo que tienen. En caso de pasar por un bache económico el niño lo sufrirá mucho más. Puede aprender a catalogar a otros niños y adultos por lo que tienen, en lugar de por lo que son.

Estas son algunas de las razones por las que no deberíamos cumplir todos los caprichos de los bebés y los niños, pero claro, en esta época de consumo es más fácil decirlo que hacerlo.

Vamos con algunos consejos:

Cómo poner límites a los caprichos de tu hijo desde que es un bebé:

1- Jamás cedas ante una rabieta:

Seguro que te suena esta escena:

Vas paseando por el centro comercial, el niño pide un juguete, no se lo compran y para él la solución es llorar y armar un escándalo en la tienda. La madre, el padre o el adulto en cuestión acaba cediendo al capricho del niño para recuperar el control.

Con esta acción estamos enseñando al niño que vamos a ceder a sus caprichos si pilla una rabieta.

En su lugar es buena idea responder “preguntaste si lo compraba y dije que no”. Por más que el niño se enrabieta repetiremos esta frase. De esta manera sabrá que no cedemos ante este tipo de chantajes.

2- Los niños aprenden por imitación, frena tu propio consumismo:

Durante toda nuestra vida aprendemos por imitación, pero cuando somos niños y bebés este proceso de aprendizaje cobra especial importancia.

Si el niño ve que presumes de tus compras en las redes sociales o con amigos, el querrá hacer algo parecido. Lo mismo si te escucha juzgar a la gente por sus posesiones.

Poner límite a nuestro propio consumo, frenar las compras compulsivas y dar a las cosas la importancia que realmente tienen, es clave para que los niños quieran imitarnos y pongan límite al suyo.

3- Estipula tiempos para caprichos y regalos (Y cumplelos a raja tabla):

Casi todos los niños sabe que recibirán regalos y caprichos en su cumpleaños y fechas señaladas como la Navidad.

Crear el hábito de, por ejemplo, hacer un pequeño capricho cuando el niño haga algo bueno, le formará la ideal de que ese el momento de recibirlos, también aprenderá que las cosas buenas hay que ganárselas aunque sea con pequeñas acciones

Sin embargo también debemos crear momentos divertidos, de compras, regalos o caprichos aunque el niño no haga ningún gran esfuerzo por merecerlo en ese momento. De lo contrario le estaremos inculcando la idea de que solo vale por lo que consigue.

El último de nuestros consejos para frenar el consumismo de los niños desde que son bebés, es, recompensar y ofrecer experiencias en lugar de caprichos materiales en días señalados. Toda la familia lo disfrutará ¡El doble!