Es una realidad que los colores nos transmiten distintas emociones y sensaciones a la hora de observarlos. Seguro que cuando vas a una habitación o a un local de restauración que está pintado de un determinado color, te puedes sentir de una manera u otra al estar dentro. Por si no lo sabías, de esto se encarga la psicología del color, es la ciencia que nos aporta tener el conocimiento de cómo nos afectan los colores a nuestro interior. Al igual que pasa con los adultos, también pasa con los más pequeños de la casa. A través de los colores pueden notarse más o menos incómodos o nerviosos, por ello queremos explicarte hoy como influyen los colores en los niños, para que obtengas toda la información y sepas de primera mano los colores que tienes que escoger en tu casa para aportar positividad y buenas emociones a tu hijo.

Cómo influyen los colores en los niños 

Cómo influyen los colores en los niños

La importancia de los colores 

Por norma general, siempre somos nosotros los que les elegimos el color de la ropa que van a llevar todos los días, así como el color de sus habitaciones. Esto lo hacemos sin saber muy bien cómo puede afectar a nuestro hijo estar rodeado de ciertas tonalidades. Por eso, es importante que antes de nada le des una vuelta a la psicología del color para conocer lo que le puede transmitir a tu hijo. Te explicamos los cuatro distintos tipos de colores que son clave para el desarrollo de los niños para que sepas el poder que tienen sobre el estado de ánimo de los pequeños:

  1. Azul. Es uno de los favoritos para todas las personas, tanto pequeños como mayores. Este color aporta serenidad y paz. Es el color del mar por lo que siempre conlleva a una tranquilidad que notamos al estar en presencia de él. Es una buena opción para los niños que les cueste dormir y sean muy nerviosos. Eso sí, si tu hijo es más tranquilo no optes por el azul, es mejor que escojas otro color.
  1. Verde. Uno de los colores que más equilibro nos puede aportar. Tanto a mayores como a pequeños, nos calma nuestro sistema nervioso. Para los niños es bueno porque les ayuda a concentrarse y a mejorar su capacidad lectora. Es un color que relaja a los pequeños con más temperamento y con más emociones.
  1. Naranja. Este color se suele utilizar poco, pero es muy beneficioso. Es el color de la comunicación, si a tu hijo le cuesta más hacer amigos o relacionarse con otras personas, este es su color ideal. Además, tiene una característica más y es que aumenta el apetito de los pequeños.
  1. Amarillo. Este es un color muy vital que estimula nuestra capacidad intelectual. Utilízalo si a tu hijo le cuesta prestar atención y no se concentra en sus tareas. Es un color vivo que aporta mucho optimismo.

Juega con los colores para sacarles el mayor partido. ¡No tengas miedo a combinar!