Después de un largo periodo de vacaciones en el que los niños se despreocuparon de horarios, tareas, exámenes, etcétera, y ocuparon su tiempo en juegos y ocio, tienen que volver a acostumbrarse a las rutinas de invierno, con lo que necesitarán un período de adaptación para que no se les haga tan cuesta arriba.
¿Cómo hago que vuelvan a aprender bien la rutina de invierno?
Para los padres implica también un gran esfuerzo ayudarles a volver a los hábitos de la temporada de estudios y se debe hacer de manera progresiva y con paciencia. A los niños les toma un tiempo, pero se acostumbran pronto a la rutina.
Consejos prácticos para la vuelta a la rutina
- Recuperar los hábitos de sueño: tener que levantarse temprano para asistir a las clases o a la guardería en el caso de los más pequeños de la casa, implica un trastorno para ellos. La mejor manera de que no sea así, es ir acostumbrándolos poco a poco a ir a la cama más temprano. ¿Cómo podemos hacerlo?
- Prepararlos para ir a la cama con un buen baño que les relaje.
- Acostumbrarlos a cenar más temprano.
- No permitirles jugar con aparatos electrónicos antes de acostarse, ya que estos estimulan su mente y les hace más difícil relajarse y conciliar el sueño.
- Evitar que duerman largas siestas.
- Leerles un cuento para que puedan relajarse, a la vez que pasamos un rato de calidad con ellos.
Todo esto no será tan difícil, ya que al acortarse los días e ir anocheciendo más temprano, es más fácil hacerles acostar antes con la falta de luz. El cambio horario también ayuda a tener unas rutinas distintas del verano en las que con tantas horas de luz, los niños están activos durante muchas horas.
- Horarios de comidas: el horario escolar también condiciona los cambios en las rutinas de las comidas, hay que adaptarlas a las actividades tanto escolares como extraescolares. Fijar horarios les ayudará a equilibrar los hábitos de alimentación.
- Tareas escolares: es esencial fijarles un horario para realizar los deberes, para que se acostumbren a cumplir con sus responsabilidades, a la vez que dejamos un tiempo para que puedan jugar y relajarse, es muy importante ser equilibrados y enseñarles a serlo ellos mismos.
- Actividades extraescolares: los días que los niños tienen actividades extraescolares, tendremos que adaptar la rutina, respetando en lo posible los horarios de comidas y el descanso de los niños. Estas actividades por otro lado, deben ocupar un tiempo adecuado a cada edad y según recomiendan los expertos no más de una o dos horas al día, dos o tres veces a la semana. Teniendo en cuenta que además de escoger las actividades necesarias para complementar sus necesidades educativas, deben realizar actividades lúdicas acorde con los gustos de los niños.
Como ves, puedes ayudar a tus hijos dependiendo de la edad a habituarse a la rutina de invierno creando rutinas y horarios que les permitan adaptarse a los nuevos cambios de la temporada de invierno.