CÓMO ELEGIR PEDIATRA

 

Escoger al pediatra que mejor se adapte a las necesidades de tu bebé y a las tuyas propias debería ser una prioridad —a la altura de en qué tipo de cuna va a dormir, o incluso del hospital elegido para dar a luz—, así que nuestra recomendación es que no esperes a que tu hijo haya nacido para tomar una decisión tan importante.

Cómo elegir al pediatra que mejor se adapta a las necesidades de tu bebé

Cómo elegir al pediatra que mejor se adapta a las necesidades de tu bebé

El centro de salud de cada comunidad autónoma —o bien el propio centro de maternidad donde darás a luz— suele asignar un pediatra a cada futura mamá, y aunque podemos estar más que contentos de contar con un sistema sanitario de primer orden, a la hora de elegir a la persona que se encargará tanto de la salud de nuestro pequeño como de guiarnos en otras facetas de su desarrollo es preferible ser minuciosas: barajar distintos profesionales especializados en pediatría es la mejor opción para dar con el que más se ajuste a cada caso particular.

Qué tener en cuenta para escoger un pediatra para tu hijo

En primer lugar, presta atención a las recomendaciones de tus familiares y amigos, tanto en cuanto a nombres propios se refiere como a los motivos por los que, en su momento, escogieron a este o a aquel pediatra. De este modo, podrás contrastar sus opiniones y su percepción al respecto con tus propias circunstancias, entre las que caben destacar la metodología utilizada por cada doctor en cuestión, así como tus prioridades y las de tu pareja, como por ejemplo los días y las horas que más encajen con vuestro planning rutinario —aunque este se irá adaptando una vez nazca el pequeño.

Cuando te reúnas con cada uno de los pediatras seleccionados —a ser posible acompañada de tu pareja o de alguien de plena confianza que pueda darte también su opinión—, no escatimes en preguntas: está en juego algo tan crucial como el tratamiento que se dará a tu bebé durante los primeros meses de vida, un periodo que marcará muchas de sus facetas futuras, tanto físicas como psicológicas. La primera cuestión que deberás valorar será la actitud del pediatra: ¿hay feeling entre vosotros? ¿Presta la suficiente atención a tus preocupaciones o está más pendiente de informarte de sus magníficos métodos y su dilatada experiencia?

En la consulta de pediatría

Otras consideraciones fundamentales a tener en cuenta son:

El tiempo que os dedica durante el primer encuentro —y el que os dice durará cada consulta venidera. La atmósfera de la clínica/consulta y el trato que os dispensa el personal —y el que dispensa al resto de pacientes presentes. La flexibilidad y la tolerancia del pediatra en cuanto a las distintas alternativas de seguimiento del bebé. En otras palabras, su filosofía o estilo de trabajo. ¿Está al tanto de las últimas tendencias en su sector? ¿Tiene unas ideas fijas, muy marcadas y/o en apariencia obsoletas de lo que debería ser la pediatría? La disponibilidad con la que podréis contar cuando nazca vuestro hijo. ¿Podréis llamarlo a él o a su asistente en caso de emergencia? Los centros en los que trabaja. ¿Tiene una clínica propia? ¿En qué otros hospitales o clínicas trabaja? En cuanto a la alimentación, ¿es partidario de la lactancia materna? ¿Qué ideas tiene sobre la nutrición tanto de los bebés como de los niños y adultos? ¿Sus ideas son cerradas al respecto o se muestra abierto y receptivo? Y en lo relativo a la educación, ¿muestra una predilección marcada por algún tipo de sistema o corriente educacional en particular?

En la actualidad, internet nos brinda la excelente posibilidad de buscar información en profundidad sobre profesionales de cualquier especialidad, así como, sobre todo, de leer opiniones de otras personas sobre ellos basadas en experiencias reales —algo que no estará a nuestro alcance hasta que no haya nacido nuestro bebé—. Por ello, nuestro consejo es que contrastes, en la medida de lo posible, las impresiones obtenidas gracias a las distintas reuniones que hayas mantenido con cada pediatra con los datos existentes en la red. De este modo, la decisión de cuál será el pediatra que mejor se adapte a vuestras necesidades será tomada con el máximo rigor posible.