Cuando somos niños, los juegos son una actividad imprescindible para el desarrollo. Con las actividades lúdicas y de juego los niños conocen las funciones de todo lo que tienen a su alrededor y conocen su entorno, lo valoran y se hacen al espacio a la vez que desarrollan habilidades para moverse por ese espacio. El juego es ideal para que se relacionen y para que establezcan sus primeras relaciones y vínculos emocionales con los demás niños.
¿Cómo afectan los juguetes a los niños?
Además, les permite empezar a desarrollar las habilidades mentales y la formación de conceptos
Los juegos estimulan el aprendizaje y permiten que el niño descubra la existencia de diferentes formas, colores, tamaños y texturas que nunca antes había visto o tocado.
Al querer tocar o coger se están estimulando las habilidades motoras y potenciando la capacidad viso-espacial.
A través del juego descubrirá las funciones de los objetos que le rodean y comprenderá poco a poco para qué sirve cada uno.
Con las actividades lúdicas se desarrollan tres funciones mentales básicas: la asimilación, la comprensión y la adaptación a la realidad. También su equilibrio y coordinación saldrán reforzadas y se estimulará el control muscular.
Fomentan la creatividad y la imaginación, sobre todo cuando son juguetes no convencionales o juguetes “comprados” como una caja de cartón, cintas o botellas.
El juego estimulará su confianza porque mientras juega sabe que es el protagonista, sabe que es capaz de dominar la tarea y los juguetes que utiliza y eso le gusta, le da poder y refuerza su confianza porque está dominando la situación.
Estas actividades también ayudan a mejorar el control de las emociones y le llevarán a descubrir nuevas sensaciones y sentimientos.
El juego favorece la socialización y la creación de vínculos emocionales con otros niños y con los adultos. Además, potencian la comunicación y la capacidad de expresión infantil porque puede expresar lo que piensa, lo que siente en el momento o lo que quiere hacer.
Las actividades lúdicas enseñan a resolver problemas de la vida cotidiana y facilitan la resolución de conflictos, ya que el pequeño entiende sus problemas y preocupaciones y busca soluciones reales.
Podemos perder unos minutos viéndolos jugar, es una delicia y aprendemos cómo son nuestros peques. Mientas los niños juegan es bueno que no les interrumpamos y observemos cómo manejan sus juguetes. Cuando no estén tan concentrados podemos preguntarles por sus juguetes preferidos y podemos darles ideas para que descubran nuevas formas de diversión y le ayudaremos a comprender que un mismo objeto puede tener diferentes funciones.
Jugar con los niños es divertido, si lo hacemos dejemos que sean ellos los que pongan las reglas y que sean ellos lo que pongan los límites, organicen y manden en el juego. El mejor consejo que te podemos dar es que a la hora de comprar juguetes, escoge juguetes educativos que se adapten a su nivel de desarrollo y así ayudarlo a crecer y a enfrentarse cada día a su pequeño mundo.