La ansiedad por separación es una etapa totalmente normal en el desarrollo infantil, pero eso no significa que sea fácil de transitar. Puede aparecer de forma intensa y manifestarse con llanto, miedo, apego excesivo o rechazo a quedarse con otras personas. Desde La Casa del Peque te explicamos por qué ocurre, cuándo suele aparecer y cómo acompañarla desde el respeto, sin prisas ni imposiciones.
Cómo Acompañar la Ansiedad por Separación en Bebés y Niños
¿Qué es la ansiedad por separación?
Es una reacción emocional que aparece cuando el bebé o niño pequeño se da cuenta de que sus figuras de apego pueden alejarse. A diferencia de los primeros meses de vida, donde no existe conciencia de permanencia, a partir de los 6-8 meses los niños empiezan a entender que sus padres pueden desaparecer… y eso les genera angustia.
¿Cuándo suele aparecer?
Entre los 8 meses y los 3 años, aunque puede extenderse más si hay cambios importantes como inicio de guardería, llegada de un hermano, mudanza o separación de los padres.
En momentos de transición o inestabilidad emocional, incluso en niños más mayores.
¿Cómo se manifiesta?
Llanto intenso al separarse del cuidador.
Negativa a quedarse con otras personas.
Despertarse por la noche para comprobar que mamá/papá está cerca.
Mayor demanda de atención y contacto físico.
A veces, regresión en conductas ya adquiridas (como dejar de dormir solo o querer volver a usar chupete).
¿Qué NO ayuda?
Minimizar sus emociones: “No llores, no pasa nada”.
Mentir o desaparecer a escondidas para “que no lo vea venir”.
Forzar el desapego con frases como: “Tienes que aprender a estar solo ya”.
Ignorar sus necesidades de contacto o consuelo.
Cómo acompañar la ansiedad por separación de forma respetuosa:
1. Valida sus emociones:
Es importante que tu hijo sienta que sus sentimientos son comprendidos. Frases como “Sé que te cuesta separarte de mí y es normal” ayudan mucho más que intentar distraer.
2. Crea rutinas de despedida:
Un beso, un gesto especial o una frase repetida (“te dejo con tu profe y luego vuelvo a recogerte”) le dan seguridad. Que la despedida sea corta, amorosa y coherente.
3. Cuéntale siempre lo que va a pasar:
Aunque sea pequeño, anticípale que vas a salir y quién estará con él. Saber qué esperar reduce la incertidumbre.
4. Usa objetos de transición:
Una mantita, peluche o incluso una prenda tuya pueden ser aliados para calmar su ansiedad.
5. Refuerza el vínculo en los reencuentros:
Dedica unos minutos especiales cuando vuelves: abrazo largo, contacto visual, escucharlo con atención. Esto reafirma que, aunque te vayas, siempre regresas.
6. Respeta su ritmo:
Cada niño es diferente. Algunos necesitan más tiempo o más presencia. No lo compares con otros ni intentes acelerar un proceso que es madurativo.
¿Y si la ansiedad se prolonga mucho?
Si los episodios de ansiedad por separación son muy intensos o interfieren con la vida diaria durante semanas, puede ser útil consultar con un profesional en desarrollo infantil. A veces hay factores emocionales más profundos que necesitan ser acompañados de forma más individualizada.
La ansiedad por separación es una señal de apego seguro, no un problema que haya que “corregir”. Tu presencia, tu mirada y tu acompañamiento amoroso son las herramientas más poderosas para que tu hijo, poco a poco, se sienta capaz de explorar el mundo sabiendo que siempre puede volver a ti. En La Casa del Peque creemos en una crianza basada en la empatía y el respeto de los ritmos infantiles, también en los momentos difíciles.