El instinto de succión convierte al chupete en el objeto de deseo de muchos pequeños, sin embargo la mayoría de padres están en duda ¿Realmente es bueno para ellos? ¿No hará daño a sus primeros dientes?

A continuación en lacasadelpeque.com analizamos los pros y contras, junto a los mejores consejos si al final decides darlo a tu bebé:

¿A favor o en contra del chupete?

¿A favor o en contra del chupete?

¿A favor o en contra del chupete?

 

Pros:

Muchos bebés se sienten más calmados y relajados cuando tienen algo que succionar.  Suponen una distracción temporal en momento delicados como las vacunas o las revisiones con el pediatra.  Si tu bebé tiene problemas para dormir le puede ayudar a conciliar el sueño.  Reduce el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL)  Es uso del chupete es un hábito que se puede eliminar desechando el objeto, si por contra tu hijo adquiere otras costumbres para calmarse como por ejemplo, chuparse el dedo, será más difícil de corregir.

Contras:

Puede interferir con la lactancia materna: El acto de succionar un pecho es muy diferente al de hacer lo mismo con un chupete (o un biberón). Cuando introducimos demasiado rápido las tetinas artificiales interferimos en los hábitos de succión del bebé, lo que dificulta la lactancia.

Puede crear dependencia:

Por ejemplo a la hora de dormir. Puede aumentar el riesgo de infecciones en el oído medio.   Un uso continuado en el tiempo puede provocar problemas dentales. Muchos niños lo dejan por sí solos cuando tienen entre 2 y 4 años. Después de esta edad su uso está asociado a deformaciones dentales y bucales.

Consejos para ofrecer el chupete a tu bebé

Como acabamos de ver un uso adecuado puede ser beneficioso, sin bien es cierto que no se trata de un objeto imprescindible.

Si decides dar el chupete a tu bebé estos consejos te ayudarán a hacerlo de la forma más beneficiosa para el:

No le ofrezcas el chupete hasta que adquiera el hábito de la lactancia: La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda introducirlo entre las 4 y 6 primeras semanas de vida, cuando el hábito de succión ya está consolidado.

No es la solución para todo:

Muchas familias lo ofrecen como primera línea de defensa ante el llanto de sus hijos: un cambio de posición, un abrazo o un rato de balanceo puede causar el mismo efecto tranquilizador en el bebé.  Mejor modelos de una sola pieza: y a ser posible de silicona, resultan inocuos para los pequeños, no existe riesgo de atragantamiento por desprendimiento de piezas y les serán más cómodos al evitar rozaduras en el labio superior.  Si el bebé deshecha el chupete no le obligues a usarlo, no a todos los bebés les resulta agradable usarlos.

Recuerda mantenerlo limpio:

Evita meterlo en azúcar o “limpiarlo” con tu propia boca, esto puede ser muy perjudicial para la salud del bebé.  A partir de los dos años conviene eliminar poco a poco su uso. Distracciones como libros u otros juguetes son una buena forma de evitar que el niño lo eche de menos.