“No puede ser, ¡si acabo de meterme en la cama y otra vez mi bebé está llorando!”. ¿Cuántas veces has pasado por esta situación?
¿A qué se debe que tu bebé se despierte tanto?
Las razones por las que los bebés no duermen de un tirón son muchas y variadas. En lacasadelpeque.com te contamos algunas:
– Es un ciclo natural. Al nacer, el bebé duerme en etapas de poco más de una hora, y sucede así hasta alcanzar los dos meses aproximadamente.
– La edad. Una vez que llegue a los 4 meses, las etapas de sueño serán de al menos 4 o 5 horas.
– La comida. ¿Cómo te sientes cuando comes demasiado? Seguro que con unas ganas de dormir tremendas. Pues bien, a tu bebé le sucede igual. Cuanto más coma, más dormirá. El bebé que no suele comer mucho, suele dormir poco también.
– No tienen control sobre su ciclo del sueño. No son como los adultos, que incluso cuando tenemos podemos ‘obligarnos’ a no dormir. Además, su ciclo circadiano aún no está establecido.
– Reflejo moro. El reflejo moro es un estímulo incontrolable que sufren muchos bebés hasta los 4 meses. Es normal que se sobresalten, flexionen las piernas o estiren los brazos. Claro, hacer estos gestos no les permite dormir.
– Hambre. No haberse alimentado lo suficiente puede ser uno de los motivos por los que el bebé se despierta. ¿Cómo diferenciar esto de no conectar un ciclo de sueño con otro? Pues bien, el llanto suele ser gradual, desde más bajito a más fuerte. También coincidirá el tiempo de alimentación con el de día. Es decir, que si come cada tres horas por el día, lo más normal es que lo haga también por la noche.
– Está en un proceso evolutivo. Si ya está aprendiendo a caminar o a coger cosas, ya ve en colores, etc., es posible que esté más nervioso por la emoción de lo que está descubriendo y esto no le permita dormir.
– Le salen los dientes. Si ya está adentrado en los meses, es posible que se despierte mucho porque comienzan a salirle los dientes. Mírale la boquita y asegúrate de que este no sea el problema.
– El entorno. Los bebés son delicados a la temperatura y el entorno que los rodea. Deben sentirse a gusto, seguros y no tener ni frío ni calor. Solo así se sumirán en un sueño confortable y duradero.
– Costumbre. Los bebés, sin querer pueden haberse acostumbrado a despertarse a cada rato. Tal vez por el horario de alimentación por ejemplo. Quitarle esa costumbre, que es como un reloj que ellos tienen interno, es complicado. Por ello, hay que recalcar la importancia de crear hábitos de sueño saludables desde el principio.
Ya tienes varias pistas que analizar la próxima vez que tu bebé se despierte más de la cuenta. Analiza cada una de las razones para llegar a una conclusión acertada y actuar en consecuencia.