Filtros solares y parabenos se acumulan en la placenta de las mujeres embarazadas
Una investigación comandada por el CSIC y realizada junto al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona ha demostrado que los filtros solares (protectores solares) y los parabenos provenientes de numerosos productos de cosmética se bioacumulan en la placenta de las mujeres embarazadas, pudiendo transmitir estas sustancias a los fetos, aunque todavía son necesarios más estudios para determinar sus efectos en ellos.
En estudios anteriores ya se ha constatado su grandísima dispersión por todo el medio ambiente ya que se han encontrado restos en sedimentos de río, muestras de agua o incluso organismos como peces y pájaros. Y por supuesto, en los seres humanos, en donde la aplicación directa de estos compuestos permite su absorción por el cuerpo y su aparición en secreciones tan dispares como la orina o la leche materna.
Diversos estudios en animales han mostrado que estos compuestos son perturbadores hormonales, capaces de afectar al sistema endocrino y de causar infertilidad. Se ha asociado su presencia con una baja tasa de espermatozoides y, en el caso de las hembras, con desajustes del ciclo menstrual.
Los investigadores buscaban confirmar su hipótesis de que sólo encontrarían niveles muy bajos o indetectables de estos compuestos. Sin embargo, “las concentraciones halladas superan en algún caso los 11 nanogramos por gramo, más de 500 veces el valor esperado (0, 02 nanogramos por gramo), correspondiente al límite de detección del método”. Aunque, como ya hemos indicado, todavía faltan muchos estudios para delimitar y conocer sus niveles de riesgo, sobre todo para las mujeres embarazadas y sus hijos.